lunes, 8 de septiembre de 2008

En los actuales momentos, el gremio docente se encuentra en una lucha de querer cada día ser mejor. Esto se debe a las exigencias que demanda el sistema educativo y las grandes transformaciones a nivel tecnológico y pedagógico que conlleva a los docentes a una preparación constante que responda a cualquiera de los requerimientos que exija tanto el Sistema Educativo como los protagonistas de esta historia los Estudiantes. Por lo antes mencionado, es necesario que la educadora y el educador estén conscientes de su papel de guías o facilitadores de experiencias de aprendizaje, que sean buenos observadores, comunicadores y creativo en los procesos de enseñanza aprendizaje.

El docente es el elemento clave como factor de éxito en el aprendizaje, es por ello que se considera importante, que tenga una buena formación y preparación en la lectura y escritura para así luego, transmitir todo esos conocimientos a los alumnos. Éste debe cumplir el rol de facilitador y mediador que ayuda al niño en la construcción de un conocimiento específico, como lo son la lengua escrita y la lengua oral (lectura), ofreciendo experiencias de aprendizaje en el momento oportuno.

Asimismo, el docente debe aplicar estrategias de enseñanza-aprendizaje y materiales que se relacionen con los contenidos, considerando los conocimientos previos; sin dejar a un lado la coherencia con el nivel de dificultad en que se presenten los contenidos, ajustando los conocimientos y habilidades de los alumnos para que sea posible el aprendizaje de estrategias cognitivas y metacognitivas (aprender a aprender) es decir, que la enseñanza estratégica del docente debe cumplir con unas etapas como: la preparación para el aprendizaje, la presentación de los contenidos que se han de aprender y la aplicación e integración de los nuevos conocimientos. El docente que piensa y elabore sus propias estrategias debe tomar la clase desde una doble perspectiva, como objeto de análisis y como objeto de operación, apoyándose en los datos que provienen de lo social y de lo psíquico, y sus interrelaciones. Igualmente debe recurrir al pensamiento estratégico y flexible, es decir, presentar en la clase situaciones problemáticas que permitan ser analizadas estimulando un pensamiento abierto, crítico y autocrítico; utilizando técnicas diversas (individuales, colectivas, grupales) y combinándolas creando estrategias y alternativas de acción variadas que le permitan analizar su lugar de poder en la clase, cómo lo utiliza, y la calidad afectiva de los vínculos que establece con los demás y así disciplinar sus formas de enseñanza, los procesos dinámicos y las estrategias que favorecen el desarrollo del aprendizaje individual y grupal, cumpliendo con la doble función de atender a los problemas de la enseñanza y de la gestión y administración de la clase.

Por esta razón el docente tiene una función relevante ya que es él quien orienta o guía los procesos de lectura y escritura a través de las estrategias didácticas; utilizándolas como una herramienta que ayuden al niño en la construcción de en estos proceso. De manera tal, que los estudiantes aprendan de una forma amena, divertida y creativa motivándolos a participar en su propio aprendizaje promoviendo así, un aprendizaje significativo que les permitan relacionar sus experiencias previas con los nuevos conocimientos.

Es importante el interés y la relación que tenga el docente con el estudiante, ya que el maestro juega un papel decisivo al momento de conseguir todo los objetivos planteados en su planificación, esto se debe a que el educador es el encargado directo de trasmitir unos conocimientos mediante una pedagogía participativa, pero es también el elemento que ha de formar ciudadanos críticos y analíticos.

Es de allí la importancia de las estrategias didácticas o métodos que adopta el docente para cumplir con su responsabilidad de enseñar y motivar el aprendizaje; equivale exclusivamente a la instrucción, sino a la organización sistemática del aprendizaje mediante diversos medios. Entonces, podría usarse el término de "estrategia de enseñanza" sugiriendo la planificación de la enseñanza y del aprendizaje.

Ahora bien; una estrategia de enseñanza o estrategia didáctica debe conducir el logro de un cambio y en la planificación de ésta se deben contemplar las consideraciones teóricas, la finalidad, la secuencia de la acción en el proceso, la adaptación al contexto, los agentes intervinientes, y la eficacia en sus resultados, entendiendo que los intereses y necesidades de los estudiantes son tan importantes para el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje como los contenidos curriculares de modo que, los docentes al momento de crear y presentar una estrategia didáctica deben considerar los dos aspectos, con el fin de equilibrar la planificación entre el deber ser y la realidad del educando para que éste obtenga satisfactoria y significativamente su aprendizaje.

De esta manera; se puede notar que los roles que cumplen el docente, el alumno y los materiales instruccionales comprenden las características de una estrategia didáctica pues, el estudiante deberá ser activo, reflexivo y crítico en su proceso de aprendizaje, mientras que el docente desempeñando su rol como mediador partirá de las necesidades del estudiante y del nivel de exigencias curriculares para crear las condiciones adecuadas para la adquisición de un aprendizaje significativo tomando en cuenta la teoría constructivista de Ausubel que indica que sólo habrá aprendizaje significativo cuando lo que se trata de aprender se logra relacionar de forma sustantiva y no parcial con lo que ya se conoce es decir, que el docente se guiará con aspectos relevantes y conocidos de la estructura cognitiva de los alumnos identificando lo que éste sabe y lo que aún necesita saber.

También los materiales estarán adaptados a las necesidades de los estudiantes y tendrán el propósito de presentar nueva información para que el alumno cree y transmita lo aprendido para solucionar problemas en lo académico y en la vida diaria. Por otra parte, es necesario distinguir que las estrategias didácticas se habían dividido tradicionalmente en dos tipos, las de exposición-recepción y las de activos o de indagación que a su vez, pueden ser dirigidos o libres. En la actualidad, no hay certezas de que unas sean mejores que otras; lo que se sabe es que mediante determinadas técnicas parece que se consiguen mejores resultados en determinadas situaciones.

De todas formas, las técnicas y métodos didácticos deben elegirse en función de lo que se desea enseñar, de las necesidades del alumnado y de otras circunstancias específicas, como los contenidos y el ambiente.
Con las estrategias basadas en la exposición-recepción, el alumnado recibe, oralmente o mediante textos escritos, un conocimiento elaborado que debe asimilar. A pesar de su desvalorización por gran parte del actual profesorado, debido al abuso que se ha hecho de ella en la enseñanza tradicional, esta estrategia puede promover un aprendizaje significativo siempre que los nuevos conocimientos se presenten bien estructurados, con claridad, y se tengan en cuenta los conocimientos previos de los estudiantes. El valor de esta estrategia es mayor cuanto más abstractos y teóricos sean los conocimientos que el alumno difícilmente, podrá alcanzar por sí solo, por lo que obliga la presentación elaborada del profesor. Por ejemplo, al presentar la estructura global de un tema de estudio, dar a conocer hechos y conceptos, o describir una situación o recapitular un proceso. Sin embargo, y a pesar de este interés didáctico, es evidente que resulta insuficiente para desarrollar capacidades intelectuales y, por ello, deben acompañarse con otro tipo de actividades. Las estrategias basadas en la indagación o investigación se relacionan con el modelo de aprendizaje constructivo y, en la actualidad, ocupan un lugar cada vez más destacado en la enseñanza. Se caracterizan por enfrentar a los estudiantes a situaciones más o menos problemáticas, en las que el conocimiento no se presenta acabado, sino que se debe reelaborar a través del trabajo con documentos y otros materiales de diferente naturaleza. Las actividades que genera este tipo de estrategia responden al valor formativo en el sentido de formar estudiantes rigurosos, críticos y tolerantes con las ideas ajenas, y de promover su participación en la búsqueda de vías diversas para la interpretación de los hechos y procesos.

Los proyectos de investigación ocupan un lugar relevante en este tipo de estrategias. Son estudios o trabajos de carácter global que suponen la delimitación del problema, la formulación de hipótesis, la recogida de datos hasta la verificación o refutación de las hipótesis, y la presentación de las conclusiones con la aportación de resultados. Se trata de habituar al alumnado a resolver problemas con relativa autonomía y facilitarle una experiencia sobre el trabajo que realizan los investigadores (geógrafos, historiadores, sociólogos, antropólogos, científicos, entre otros). Igualmente, se pretende que entiendan que los contenidos se pueden explicar desde diferentes puntos de vista y que puede haber diversos niveles de análisis y diferentes construcciones conceptuales. No obstante, existen otros tipos de estrategias didácticas, tal es el caso de la Didáctica Creativa donde las estrategias están basadas en el aprendizaje relevante, en el desarrollo de habilidades cognitivas con una actitud transformadora, en la organización de actividades innovadoras, flexibles, motivantes y en una mediación que tome en consideración la experiencia, la colaboración y la implicación del otro; caracterizándose por ser de naturaleza flexible y adaptativa, imaginativa y motivante, orientada al desarrollo de capacidades y habilidades cognitivas con el fin de fomentar la combinación de materiales e ideas que favorezcan la relación docente – alumno, atendiendo los procesos sin descuidar los resultados e incitando a la indagación y al autoaprendizaje. Esto indica que la didáctica creativa tiene carácter integrador, globalizador.

Finalmente la formación académica tanto del educador como el educando en los procesos de lectura y escritura debe ser constante y en un futuro inmediato tener el placer y el orgullo de ver nacer nuevos escritores, literarios y poetas, grandes figuras que realcen nuestra lengua, como los que triunfaron en generaciones pasadas.